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Suazilandia y Hlane National Park

Tristemente conocido por ser el lugar con la tasa de infección de VIH más elevada del planeta, Suazilandia es un país situado en el interior de Sudáfrica y Mozambique, de monarquía absolutista y que cuenta con el impresionante Hlane National Park, la mayor área protegida del país donde leones y rinocerontes blancos son los reyes destronando al menos aquí, al capullo de Mswati III. Os mostramos nuestra fugaz visita a Suazilandia y el fantástico día que pasamos en Hlane National Park, un lugar que bien merece una parada.

Suazilandia y Hlane National Park

Decirle capullo a un rey absolutista que se gasta un cuarto de presupuesto nacional en comprarse un jet privado es quedarse corto. Además añadirle que su pueblo vive en auténtica pobreza, algo que constatamos nada más cruzar la frontera sudafricana. Si queréis conocer algo más sobre este impresentable pinchar aquí.

Santa Lucía-Suazilandia


Otro día de madrugón en nuestro #sudconniños, aunque en esta ocasión tras el aperitivo de ver los hipopótamos en el Parque Humedal Isimangaliso en Santa Lucia teníamos muchas ganas de ver “más bichos”. Nos tomamos un desayuno de campeones en Whalesong B&B y partimos.

Nuestra primera parada fue en la playa de Santa Lucía, algo que nos quedó pendiente el día anterior debido a la hora tardía a la que acabamos de los hipopótamos.

Tras un corto paseo donde descubrimos pisadas de hipos en la arena, pusimos rumbo a Suazilandia y a su espectacular parque Hlane.

Habíamos leído que los trámites para cruzar la frontera eran lentos y tediosos y la verdad es que lo confirmamos: tardamos una hora en realizar la salida de Sudáfrica y la entrada en Suazilandia. En la frontera de Sudáfrica nos pidieron como ya iba siendo habitual la partida de nacimiento de Helia traducida al inglés (tomar nota para los que pensáis viajar a #sudconniños…es necesaria y pedirla, la piden).

Leones de Hlane National Park

Una vez dentro de Suazilandia


El cambio entre las carreteras sudafricanas y las de Suazilandia no solo queda patente en la diferencia del asfalto: la enorme pobreza de su pueblo se nos mostraba en cada km que recorríamos. Restos de basura inundaban los supuestos arcenes y pequeñas casas de adobe inundaban el paisaje.

Paramos en una gasolinera que encontramos para repostar ya que el precio de la gasolina era mejor en Suazilandia que en Sudáfrica.

Hlane National Park


Tras casi 4 horas de carretera llegamos a Hlane National Park, concretamente al Ndlovu Camp donde habíamos reservado por internet un Family Self-Catering Cottage (Big Hut) con capacidad para 8 personas.

La reserva la habíamos realizado a través de su página web (mucho más fácil que la Sudafricana de Sanparks). Intercambiamos varios emails en donde pregunté por los safaris y realicé el pago del Hut. Los safaris es posible reservarlos allí mismos, lo que ocurre es que al ser 7 los integrantes del #sudconniños no quisimos arriesgarnos a quedarnos sin plazas y nos anticipamos al viaje.

Nada más entrar en el campamento nos dirigimos a la oficina - tienda de recepción donde abonamos el safari de la tarde y nos dieron las llaves de nuestro gran Hut que presidía todo el campamento.

El gran Hut contaba con dos habitaciones en la planta baja con dos camas y una especie de habitación abierta tipo altillo donde había 4 camas más. No tenía luz y ni que decir que el ascenso a la zona superior por la empinadísima escalera a oscuras suponía una aventura que ni Indiana Jones y el templo maldito.

Cuarto de baño y cocina equipada que no llegamos a usar completaban el habitáculo del Big Hut. Ndlovu Camp tenía un restaurante donde nos resultó bastante aceptable la relación calidad precio que tenía y donde cenamos y desayunamos al día siguiente.

Nuestro big Hut de Hlane National Park

Tipos de excursiones disponibles en Ndlovu Camp


Game Drive al atardecer:


De dos horas y media de duración en la cual se visita el área de los leones. Para realizar esta excursión es necesario tener un mínimo de 6 años.

Rhino Drive:


De una hora y media de duración y se centra solo en el rinoceronte blanco. La edad mínima para realizarlo es de 13 años.

Dado que Helia durante el viaje a Sudáfrica contaba solo con casi 5 años, nos fue imposible realizar el famosos Rhino Drive y cruzando los dedos reservamos el Game Drive al atardecer.

Nos presentamos en la zona de reunión antes del Game Drive y directamente el guía nos preguntó por la edad de la niña…y mentimos…Nos insistió mucho en que debería de estar en silencio durante todo el recorrido, algo que no solo prometimos sino que la peque cumplió.

Coches abiertos de 12 plazas eran nuestro transporte hasta el área de leones. Una vez todos arriba pusimos rumbo al corazón del parque. A nuestra salida de Ndlovu Camp, el guía se bajó del coche, miro a ambos lados y cerró la puerta del reciento para que ningún depredador entrara.

Comenzamos viendo impalas, siluetas de elefantes en la lejanía y el plato fuerte de Hlane National Park: leones!!!!

Impala de Hlane National Park

Con la luz del atardecer inundando de intensos tonos naranjas las caras de los felinos, presenciamos como se desperezaban, abrían la boca y descansaban de un agotador día. Algunos incluso nos miraron fijamente.

Estirando pezuñas

Bostezo de leona

Y cuando ya todos dábamos por finalizado el safari y prácticamente entrando en el campamento, vimos a dos enormes rinocerontes blancos, aunque ya con tan poca luz no pudimos hacerles fotos.

Atardecer en Hlane National Park

De regreso en el campamento nos fuimos a cenar y a dormir temprano ya que al día siguiente nos quedaba también un largo trayecto hasta el parque Kruger, concretamente hasta el campamento Pretoriuskop.

Acostados en la cama…unos tambores sonaron en nuestras puertas despertando nuestra curiosidad. Al salir fuera nos encontramos con un espectáculo de danzas y cantos. Rápidamente nos arreglamos y fuimos a disfrutar con el resto de los huéspedes de la fiesta montada, aquella frase de “si no puedes dormir, únete a ellos” si que funcionó.

De juerga en Hlane National Park

Al finalizar la diversión, se acercaron a Helia para que bailara con ellos y bajo el cielo estrellado dió una vuelta bailando con los guerreros Zulús.

Cielo estrellado en Hlane National Park

Durmiendo en la zona superior del Hut era imposible no despertarse al amanecer por la claridad que entraba por doquier. Fuimos a desayunar y nuestro madrugón fue recompensado por el avistamiento de una enorme mamá rinoceronte con su pequeño. Al fin habíamos podido ver a la otra estrella del Hlane National Park.

Rinocerontes blancos en Hlane National Park

Rinocerontes blancos en Hlane National Park

Todos a bordo de nuestra van y pusimos rumbo a Kruger, muchos más días emocionantes de safaris nos esperaban.

León de Hlane National Park

Hlane National Park en Suazilandia fue el lugar donde mejor y más cerca vimos al rey león por lo que para nosotros constituye una parada obligatoria en todo recorrido por Sudáfrica.

4 comentarios :

  1. Qué pasada! Seguro que Helia disfrutó muchísimo!! Y menos mal que la peque no dijo nada de que tenía 5 años y no 6! jijiji

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    1. Mari Carmen cada vez que le preguntaban por la edad mostraba 6 dedos...pequeñas artimañas para que no se perdiera el safari, se que no fue correcto hacerlo pero confiábamos en que aunque tenia casi 5 años, su comportamiento seria impecable para los safaris, y efectivamente lo fue. A Iris le encantaría ver esos gatitos tan grandes....

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  2. Bellisinoooo yo tamb lo hice ..el safari..una recuerdo único!!

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¡Muchas gracias por pasaros por aquí!